Un informe de BBVA Research advierte que el calentamiento global podría reducir la demanda de turistas en verano hasta en un 19,6%, afectando gravemente a la economía del Archipiélago.
Un estudio realizado por BBVA Research ha revelado que el calentamiento global podría reducir la demanda turística en verano en Canarias hasta en un 19,6%. Este descenso afectaría significativamente a la principal fuente económica de las Islas si no se controlan las emisiones de gases contaminantes que impulsan el cambio climático.
Los resultados de este informe coinciden con otros estudios que también prevén una importante caída del turismo en las Islas bajo las peores proyecciones climáticas. El motivo principal es la pérdida del confort térmico y la disminución del índice de clima vacacional de playa (HCIB), haciendo que las altas temperaturas disminuyan el atractivo de las playas canarias, uno de los principales reclamos turísticos.
El estudio examina tres escenarios diferentes de calentamiento global proyectados por el IPCC: uno de bajas emisiones con un aumento de temperatura de 1,8ºC para 2100, otro de calentamiento moderado con 2,8ºC y un escenario extremo con una subida cercana a los 5ºC. El análisis se llevó a cabo a través del estudio de pernoctaciones hoteleras, utilizando el índice de condición turística (TCI) para evaluar las condiciones climáticas.
Las conclusiones del estudio muestran que hacia finales de siglo, entre 2090 y 2100, el cambio climático se convertirá en un factor crucial para la distribución estacional y geográfica del turismo en España. Las regiones del sur y la costa mediterránea verían una caída en la demanda turística, mientras que el norte de España podría beneficiarse con un aumento del turismo, dependiendo del escenario climático. Baleares sería la región más afectada, con una caída de visitantes del 27,4% anual, mientras que en Canarias las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife verían caídas del 4,1% y 3,2%, respectivamente.
Sin embargo, el informe destaca que, a pesar de estos descensos anuales, la temporada de invierno en Canarias, tradicionalmente alta en afluencia turística, vería un aumento de hasta el 7,4% en la llegada de turistas, especialmente en la provincia occidental. El economista Joxe Mari Barrutiabengoa, uno de los autores del estudio, señala que el calor extremo desincentivará los viajes en verano a destinos como Canarias, pero que la primavera y el otoño podrían convertirse en temporadas atractivas si se implementan las medidas de adaptación necesarias.
Barrutiabengoa subraya la importancia de la adaptabilidad del sector turístico ante los cambios climáticos, destacando que se requerirán inversiones en infraestructuras y una diversificación de las zonas de atracción para mitigar los efectos negativos. Según el economista, este es “un gran reto, pero también una gran oportunidad” para la industria turística española.
Este estudio llega en un momento clave para Canarias, donde los residentes están cuestionando cada vez más el modelo turístico predominante en las Islas. Aunque se espera que el Archipiélago cierre el año con una cifra récord de 18 millones de turistas, también han aumentado las críticas por los efectos negativos del turismo masivo en la región, como las condiciones laborales y el impacto ambiental.
En 2022, el turismo generó 16.961 millones de euros, representando el 35,5% del PIB de Canarias, y empleó a casi 345.000 personas, lo que equivale al 39,7% del empleo total en el Archipiélago. A pesar de estos beneficios económicos, las crecientes movilizaciones sociales reflejan el descontento con el actual modelo turístico.