Ante su complicado comportamiento, los hoteles necesitan más datos que nunca para responder a sus necesidades
El viajero “todoterreno”, compagina destinos tradicionales y de moda; se fía más de las comunidades online que de las recomendaciones personales; cada vez viaja más para asistir a eventos; pasa poco tiempo en el alojamiento; se desplaza con un presupuesto ajustado, pero al mismo tiempo está dispuesto a gastar en extras en el hotel; y es espontáneo y práctico a partes iguales.
Sensible al presupuesto
Este perfil de cliente, en un 59% en el caso de España, frente al 46% de media global, se decanta por una habitación más económica para así poder destinar el dinero a otros gastos. Su sensibilidad al presupuesto también se deja notar en cómo los descuentos de los programas de fidelización cada vez influyen más en la elección de marca hotelera -un 24% de media y un 36% en el mercado español-; además de preferir viajar con paquete de vuelo+hotel+experiencias con todas las opciones integradas para no llevarse sorpresas.
Esa reducción del gasto en alojamiento, la utiliza también para alargar su estancia. Sin embargo, en el viajero “todoterreno”, el 86% está dispuesto a gastar más en extras que en su habitación, siendo el desayuno, el aparcamiento y las vistas sus suplementos preferidos.Asimismo, el 70% asegura que está dispuesto a pagar más por disfrutar de una experiencia respetuosa con el medioambiente -el 62% en el caso de los españoles-.
Prioridad a las relaciones humanas
El viajero español valora sobre todo las relaciones humanas, los servicios de atención al cliente, el personal del establecimiento y la comunicación que le presta durante su estancia. De hecho el 60% decide regresar a un hotel por su experiencia personal previa. Se prefiere ser atendidos por personas, en general guiados mucho por el trato personal. Los viajeros de mas edad, siguen siendo reticentes a la atención por AI (inteligencia artificial)
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